Mujer
Mujer, tienes estatura infinita,
lágrimas como gotas de rocío,
manos de pétalos de rosa
y un alma que destila miel:
la miel que endulza tus entrañas.
Tu nombre es fantasía
y tu silueta un verso
que se recita bajo un cielo intenso,
allí bajo un cerezo en flor
cuando la tarde se abraza con el sol.
Desde la tierra sube por tus pies
la estirpe de tu raza
y se enraíza allí donde se agitan
por un instante eres el llanto
de un niño abandonado
y después la risa que redime penas;
tu lucha es larga y siempre viva,
eres guerrera con las manos como armas
y eres trinchera para defender tu honor.
Ante ti baja la cabeza el necio
y un poeta te llena el corazón.
Gustavo Figueroa Velásquez
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